Dicen que criar un cachorro aporta muchísimo amor, muchísimo cariño y muchísimas enseñanzas.
Lo primero la verdad es que no es discutible, hace poco pilar y yo adoptamos a esta preciosidad, se llama Dori, Dori Meyers.
Y aunque pueda parecer dulce cuando se está quedando dormida… es capaz de muchas otras cosas:
- Abrir puertas de cocina y destrozar la basura
- Decidir no despertarte para salir al baño y hacer ella su propia salida:
- Traerte la pelota cientos de veces sin descanso
Vamos, que desde que esta con nosotros hemos aprendido:
- Carpinteria
- Veterinaria
- A decir no, o mejor dicho: NO!
- A lanzar la pelota de tenis 100 veces sin descanso
- Pero sobre todo hemos aprendido a educarla, a tener paciencia, a suspirar y a quererla.
Si un cachorro de perro te enseña todo esto… no me puedo imaginar que puede enseñar y hacer querer un cachorro de esa raza tan compleja como somos los humanos… pero pronto lo sabremos 🙂